En un discurso en la Casa Blanca insistió en que su país puede ser líder mundial en el combate contra la contaminación mientras promueve los combustibles fósiles.
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Aunque para muchos el Presidente Trump ha promovido un dramático retroceso en materia ambiental, en un primer momento con la decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París acordado por el presidente Barack Obama y ha cuestionado el consenso científico internacional sobre el cambio climático, acusando que es hasta una “farsa” o una conspiración, para el mandatario su gobierno ha sido líder en materia ambiental.
El Presidente de Estados Unidos dijo ante miembros de su gabinete y otras figuras de la administración, que es posible mantener una economía fuerte y un ambiente saludable.
“Una economía fuerte es vital para mantener un medio ambiente saludable. Castigar a los estadunidenses nunca es la manera correcta para producir un medio ambiente mejor o una mejor economía”, insistió el jefe de la Casa Blanca en referencia a propuestas y medidas para imponer límites sobre la producción de combustibles que nutren el cambio climático.
Este nuevo discurso se dio el mismo día en que su gobierno completó un nuevo reglamento para, según él, promover la eficiencia de plantas generadoras que operan con base de carbón, sustituyendo una medida contra el cambio climático del gobierno anterior diseñado para clausurar ese tipo de plantas.
Llegando de manera inmediata una demanda a nombre de la Asociación Americana del Pulmón y la Asociación Americana de Salud Pública e interpuesta en tribunales en contra de la nueva medida.
Trump defendió su controvertida decisión de abandonar el Acuerdo de París, al tildar a ese mecanismo de inefectivo y muy costoso, a pesar del criterio internacional de que es el principal esfuerzo alcanzado hasta el momento a nivel mundial para enfrentar el cambio climático.
En ninguna parte de su discurso, ni en una hoja informativa difundida por la Casa Blanca, se hizo alusión a ese fenómeno, sobre el cual el presidente cuestiona el consenso científico de que es causado fundamentalmente por la actividad humana.
En su discurso, también elogió que Estados Unidos tiene el primer lugar mundial en agua potable y el hecho de que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron en un 10 por ciento en los últimos años.
“Desde el primer día, mi administración ha hecho de la primera prioridad garantizar que Estados Unidos se encuentre entre el aire más limpio y el agua más limpia del planeta. Queremos el aire más limpio. Queremos agua cristalina, y eso es lo que estamos haciendo y en eso estamos trabajando tan duro”, sostuvo.
El mandatario republicano ha anulado varias de las regulaciones federales ambientales para proteger el aire y agua y desmantelado controles sobre producción de gas, carbón y petróleo desde que llegó al poder.
Varias fuentes señalaron que Trump pronunció este discurso con la vista puesta en su campaña de reelección para los comicios de 2020, en momentos en los que votantes de todo el espectro político que se preocupan por el planeta y la salud pública.
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