Miércoles, 16 Abril 2025
40 semovientes murieron de forma simultánea y sin explicación alguna tras consumir agua de este embalse. La CRA explica el fenómeno.

guajarocamilo                                      Foto: C.R.A


El embalse del Guájaro, ubicado entre los municipios de Repelón, Manatí y Sabanalarga en el departamento del Atlántico y con una superficie de aproximadamente 160 kilómetros cuadrados, es fuente de noticia por el fallecimiento de estos animales.


Un equipo técnico de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico se dirigió exactamente al corregimiento de Aguadas de Pablo – donde se produjo el deceso de los animales – y estableció que se presentó un fenómeno natural denominado “florecimiento de algas” que según la entidad, son normales para la temporada de sequía que atraviesa la región.

Ayari Rojano, bióloga, explicó este fenómeno natural: “el florecimiento algal se produce debido a un desequilibrio entre algunos nutrientes en el agua, entre el fósforo y el nitrógeno, y que particularmente, entre estas algas es posible encontrar cianobacterias, con alta presencia, que son arrastradas por el viento y concentradas en las diferentes ensenadas del embalse y al ser consumidas por cualquier animal, podrían provocar intoxicación”.

La autoridad ambiental realizó una revisión de las condiciones fisicoquímicas del embalse en varios puntos, además de tomar muestras para establecer las características y condiciones actuales que permitieron el afloramiento de estas algas y así determinar si debe existir algún tipo de restricción en la zona.

Cabe aclarar, que la bióloga enfatizó en que no se puede hablar de contaminación en la ciénaga y que esta situación se presentó por un hecho aislado y puntual.
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