Según el Global Forest Watch la Tierra perdió 12 millones de hectáreas de bosques primarios en el 2018.
Esas hectáreas son la cuarta pérdida anual más alta desde que comenzó el registro en 2001. Lo más preocupante es la desaparición de 3.6 millones de hectáreas de bosque lluvioso primario, un área del tamaño de Bélgica. Las cifras provienen de datos actualizados de la Universidad de Maryland, publicados hoy en Global Forest Watch y publicados por el World Resources Institute.
Las selvas tropicales "primarias", son un ecosistema de bosque de importancia crucial, que contiene árboles que pueden tener cientos o incluso miles de años. Almacenan más carbono que otros bosques y son insustituibles cuando se trata de mantener la biodiversidad. El Instituto advierte que las selvas tropicales primarias proporcionan hábitat para animales que van desde orangutanes y gorilas de montaña hasta jaguares y tigres.
Los datos revelan que a pesar de un número creciente de compromisos de deforestación cero por parte de gobiernos y empresas, la pérdida de la selva tropical alcanzó niveles máximos históricos en 2016 y 2017 debido a incendios y se mantuvo por encima de los niveles históricos en 2018.
Colombia, uno de los protagonistas
En 2002, solo dos países, Brasil e Indonesia, representaron el 71 por ciento de la pérdida de bosques primarios tropicales. Datos más recientes muestran que las fronteras de la pérdida de bosques primarios están comenzando a cambiar. Brasil e Indonesia solo representaron el 46 por ciento de la pérdida de la selva primaria en 2018, mientras que países como Colombia, Costa de Marfil, Ghana y la República Democrática del Congo aumentaron considerablemente las tasas de pérdida.
Aunque Brasil experimentó una disminución en la deforestación a principios de la década de 2000, esto no ha sido cierto en otras partes de América del Sur. Colombia, Bolivia y Perú experimentaron tasas crecientes de pérdida de bosques primarios desde principios de siglo, aunque con factores muy diferentes.
En Colombia, la pérdida de bosques primarios aumentó un 9 por ciento entre 2017 y 2018, “continuando una dramática tendencia al alza desde 2016”, dice el Instituto, que además agrega que “irónicamente, esta pérdida se relacionó con el proceso de paz, ya que las áreas en el Amazonas anteriormente ocupadas por las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) Se han abierto al desarrollo. El Parque Nacional Tinigua ha sido una desafortunada víctima del desmonte del bosque, perdiendo alrededor de 12,000 hectáreas de bosque en 2018, el 6 por ciento de su área forestal total”.
En Bolivia, la mayor parte de la pérdida de bosques se relacionó con la conversión de bosques a la agricultura y el pastoreo a gran escala, particularmente en el Chaco. La pérdida de bosques en Perú, por otro lado, fue en general para la agricultura a pequeña escala, incluida alguna producción ilegal de coca. Perú también vio una proliferación de nuevas carreteras de tala en áreas remotas del Amazonas en 2018, así como también la limpieza continua para la extracción ilegal de oro en el sur del país.