A propósito del proyecto de resolución del Minsalud para que los procedimientos no se paguen con recursos públicos, Catorce6 consultó a sus defensores y detractores.

En las últimas horas el Ministerio de Salud y Protección Social publicó un proyecto de resolución, que según fuentes de la cartera se firmará oficialmente el 1 de enero, en el cual se contemplan 44 exclusiones de procedimientos, medicamentos y servicios que no se pagarán con los recursos públicos del sistema.
El numeral 42 ha generado polémica por tratarse de más de 10 procedimientos para niños con autismo entre los que se encuentran las terapias con cámaras hiperbáricas, inyecciones de secretina, suplementos vitamínicos, estimulación magnética, entre otros.
Pero hay uno que ha generado especial controversia y es la terapia con animales que en Colombia se presta usando perros, caballos y delfines. Catorce6 consultó las dos caras de la moneda sobre esta exclusión del plan de beneficios de salud pues se trata de un procedimiento que viene en auge.
Pero hay uno que ha generado especial controversia y es la terapia con animales que en Colombia se presta usando perros, caballos y delfines. Catorce6 consultó las dos caras de la moneda sobre esta exclusión del plan de beneficios de salud pues se trata de un procedimiento que viene en auge.
María Luisa Torres, es directora científica de la Fundación Grupo Integra, que lleva más de 11 años prestando este tipo de servicios en Santa Marta con delfines, quien aseguró que el problema radica en que el Gobierno nunca quiso regular los procedimientos para abrirlos a la población en general a través de lo que antes se conocía como el POS.
“No es gastar los recursos del Estado, es que el Estado invierta en regular unas terapias con asesoría de un grupo de expertos, creyendo en un modelo de la medicina que se ha demostrado que funciona; un proceso investigativo que contemple las alternativas en trabajo con animales como un proceso terapéutico que contribuye y no como algo que gasta dinero”, le dijo Torres a Catorce6.
Sobre los beneficios de la terapia sostiene que “el trabajo con animales ayuda a la rehabilitación de los pacientes en aspectos físicos, psíquicos y sensoriales. Son terapias con objetivos claros donde un animal se convierte en un ayudante en mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo el delfín abre ciclos de comunicación porque son seres sociales por naturaleza”.
En la orilla opuesta, algunos científicos han expresado que no existe evidencia sobre su efectividad y por eso no deben ser pagos con recursos públicos. “Estos procedimientos o terapias no tienen ningún sustento científico valido para su uso, por lo tanto estoy de acuerdo en que sean excluidas, son solo terapias alternativas y de bajo impacto en la evolución real de los niños con autismo”, dice el neuropediatra Ernesto Bolaños.
Con ese concepto coincide el neurólogo Leonardo Palacio, quien advirtió que de todas las exclusiones planteadas por el Ministerio para tratamiento de autismo en la niñez, solo existe evidencia científica sobre la estimulación magnética transcraneal.
Alejandro Gaviria, ministro de Salud, ha estado de acuerdo siempre con esas apreciaciones y desde el comienzo del proceso para postulación de exclusiones planteó que “por ejemplo las terapias con animales, se debe estudiar si deben hacer parte del sistema de salud porque hoy está pagando miles de millones en esas terapias, muchas de ellas cuestionables”.