La Sociedad Colombiana de Anestesiología le pide a secretarías de salud que dispongan urgentemente del Dantroleno en puntos estratégicos para las clínicas y hospitales del país.
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La hipertermia maligna es la única enfermedad asociada al uso de anestesia general, según cifras conocidas por la Sociedad Colombiana de Anestesiología su incidencia puede ser de 1 en 5.000 cirugías con anestesia. La patología se relaciona exclusivamente al uso de gases anestésicos y relajantes musculares despolarizantes y se manifiesta a través de una fiebre en medio del procedimiento.
A pesar de ser una enfermedad que no tiene muy alta incidencia, cuando se presenta un episodio de hipertermia maligna el único tratamiento que actúa como antídoto es el dantroleno, medicamento que debe ser aplicado por el anestesiólogo en la mayor brevedad posible, ya que en caso de que sea aplicado posterior a una hora de presentarse el suceso, el porcentaje de complicaciones para el paciente aumenta considerablemente, incluso poniendo en riesgo la vida del paciente.
Lo grave es que, en Colombia, este medicamento pasó a ser considerado por el Invima como un vital no disponible debido a que no se encuentra disponible en las cantidades requeridas en todas las clínicas y hospitales del país.
“La Sociedad quiere que se trabaje en red desde las secretarías de salud para que exista disponibilidad del medicamento en sitios estratégicos y que pueda ser movilizado cuando se presente un caso sospechoso de hipertemia maligna. Entonces llamamos la atención a que el medicamento esté disponible y si no puede estar en cada centro de atención, por lo menos esté en red”, le dijo a Catorce6, Luz María Gómez, médica anestesióloga y subdirectora científica de la Sociedad Colombiana de Anestesiología.
Esta buena práctica ha sido acogida en ciudades como Bogotá y en el departamento de Antioquia, que antes de implementarla habían presentado 9 casos de hipertermia maligna, 2 de los cuales le costaron la vida a los pacientes por no disponer a tiempo con el medicamento.
Por su parte, la Corte Suprema de Justicia el pasado mes de marzo se manifestó a través de sentencia sobre el fallecimiento del menor Andrés Gil López quien murió en 2014 durante la práctica de una cirugía de parpados en la ciudad de Cali, después de que se le desencadenara un episodio de hipertermia maligna y la institución no contara con la disponibilidad del dantroleno, además de que incumplió en el traslado del paciente a la unidad de cuidados intensivos en un nivel superior; ante este episodio la Corte afirmó que las entidades competentes en esa ciudad no han realizado los protocolos de consecución del dantroleno necesarios y no existe una política pública al respecto que permita el acceso al medicamento para todos los pacientes que lo requieran.