Miércoles, 16 Abril 2025

Nuevo libro expone la ciencia de cómo nuestros entornos cerrados afectan al cuerpo. Incluso, niños que crecen en granjas o con perros tienen mayor protección contra el asma.

  Casa salud COLOMBIAjpgInvestigaciones demuestran que la combinación adecuada de microbios en el hogar, puede promover la salud./Pixabay

El libro de la periodista Emily Anthes, The Great Indoors: The Surprising Science of How Buildings Shape Our Behavior, Health, and Happiness (Publicado por Scientific American / Farrar, Straus y Giroux), analizó las condiciones ideales del hogar o trabajo para mantener una salud ideal.

Uno de los capítulos del libro, analiza el diseño arquitectónico que fomenta el ejercicio. Por ejemplo, hacer que las personas usen más las escaleras, hacer que las escaleras sean más anchas y estén bien iluminadas con el ánimo de que sean más agradables de usar.

Otras partes del libro tratan de prisiones, hospitales, oficinas, hogares inteligentes, viviendas para personas neurodiversas e incluso espacios de vida en el espacio. Por ejemplo, la parte rusa de la Estación Espacial Internacional tiene un invernadero para probar la agronomía fuera del planeta. La jardinería en órbita parece mejorar el estado de ánimo.

El material del capítulo "La jungla interior" sobre las viviendas, expuso un estudio que encontró que los hogares con más mujeres que hombres tenían una gran cantidad de bacterias Lactobacillus, "un componente importante del microbioma vaginal".

El mismo estudio reveló que, donde los hombres eran mayoría, los hogares tenían bacterias que prosperan en el intestino, la piel y las axilas. Según el análisis, vivir en interiores significa inevitablemente compartir nuestros hábitats con estas comunidades microbianas asociadas a los humanos.

Anthes menciona un estudio de 2016 en la cuenca del Amazonas que muestreó hogares en comunidades con una población mayor a dos millones. En este se demostró que las chozas al aire libre con techo de paja, contenían principalmente bacterias que se encuentran en el suelo, el agua y los insectos.

La periodista resume una gran cantidad de investigaciones que demuestran que la combinación adecuada de microbios en el hogar, puede promover la salud. Por ejemplo, los niños que crecen en granjas o con perros tienen cierta protección contra el asma. Los hogares sin tales microbios, nos dejan más vulnerables para los desafíos que surgen cuando un microorganismo nocivo nos ataca, señala.

Existen grandes diferencias bacterianas incluso entre comunidades agrícolas. Un estudio de 2016 del New England Journal of Medicine encontró que los Hutteritas, que utilizan métodos agrícolas modernos, tienen tasas de asma infantil más de cuatro veces mayores que los Amish, que todavía aran con caballos.

Los niños amish tienen más glóbulos blancos que combaten las infecciones que los jóvenes hutteritas, mientras que el último grupo superó al primero en células involucradas con reacciones alérgicas. La causa raíz se puede encontrar en todo el sótano: el polvo en las casas Amish contenía más moléculas bacterianas que las de los Hutteritas.

Anthes incluye una receta para un microbioma casero saludable: “Mantenga las cosas secas. Olvídese de limpiadores, textiles y materiales que contengan antimicrobianos agregados. Abra una ventana. Consiga un perro. (O, si puede balancearlo, una vaca)”.

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