La Agencia Internacional de Energía alerta sobre esta situación y asegura que los países en desarrollo también registrarán altos índices.

Las economías avanzadas del mundo verán un aumento en sus emisiones de dióxido de carbono este año, frente a una disminución de cinco años, según la Agencia Internacional de Energía.
"Nuestros datos muestran que a pesar del fuerte crecimiento de la energía solar fotovoltaica y la energía eólica, las emisiones han comenzado a aumentar nuevamente en las economías avanzadas, lo que destaca la necesidad de implementar todas las tecnologías y la eficiencia energética", dijo el Dr. Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE.
Sobre la base de los últimos datos de energía disponibles, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía en América del Norte, la Unión Europea y otras economías avanzadas en Asia Pacífico aumentaron. La AIE espera que las emisiones se incrementen alrededor de un 0,5% en 2018.
Si bien el crecimiento de las emisiones es inferior al aumento del 2,4% en el crecimiento económico, para la Agencia es particularmente preocupante para los esfuerzos globales para cumplir con el Acuerdo de París. “Las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía deben alcanzar su punto máximo lo antes posible y luego entrar en una fuerte disminución para que los países cumplan con los objetivos climáticos”, afirman en un comunicado.
La AIE también proyecta que las economías emergentes emitan más CO2 que el año pasado. Los datos globales de energía y CO2 de la AIE para 2018 se publicarán el próximo mes de marzo, pero todas las indicaciones apuntan a un crecimiento global de las emisiones, impulsado por el aumento del uso de la energía y una economía global que se expande en un 3,7%.
“Este cambio debería ser otra advertencia para los gobiernos cuando se reúnan en Katowice esta semana. Se necesitan mayores esfuerzos para fomentar aún más las energías renovables, una mayor eficiencia energética, más energía nuclear y más innovación para tecnologías como la captura, utilización y almacenamiento de carbono e hidrógeno, por ejemplo”, concluyó Birol.
Las emisiones de CO2 relacionadas con la energía de las economías avanzadas habían caído alrededor de un 3%, o cerca de 400 millones de toneladas, en los últimos cinco años. Esto se debió principalmente a una disminución constante del consumo de carbón, dado el rápido crecimiento de las fuentes de energía renovables, la distribución de equipos y aparatos más eficientes y el cambio de carbón a gas, especialmente en los Estados Unidos, el Reino Unido y otros lugares.