Sábado, 15 Marzo 2025

El informe advierte que en los últimos 5 años se han disparado, a niveles históricos, fenómenos meteorológicos extremos y derretimiento de hielos entre otros.

dorian NasaHuracán Dorian. / Foto: archivo Nasa

Los indicios del cambio climático y sus efectos, como el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los hielos y la aparición de fenómenos meteorológicos extremos, se intensificaron durante el período 2015-2019, que, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), será probablemente el quinquenio más cálido jamás registrado. La concentración de gases de efecto invernadero ha aumentado también a niveles sin precedentes, confirmando una tendencia al calentamiento en el futuro.

Según la declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2015- 2019, la temperatura media mundial ha aumentado en 1,1 ºC desde la era preindustrial y en 0,2 ºC con respecto al período 2011-2015.

Además, en un informe conexo sobre la concentración de gases de efecto invernadero elaborado por la OMM se indica que, durante el período 2015-2019, se ha observado un incremento continuo de los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de otros importantes gases de efecto invernadero en la atmósfera, que han alcanzado niveles récords: la tasa de aumento del CO2 fue casi un 20 % superior a la de los cinco años anteriores. Según se desprende de datos preliminares correspondientes a 2019 y procedentes de un subconjunto de sitios de observación de gases de efecto invernadero, la concentración mundial de CO2 debería alcanzar, o incluso exceder, las 410 partes por millón (ppm) para finales de 2019.

“Es sumamente importante que reduzcamos las emisiones de gases de efecto invernadero, en especial las que proceden de la producción de energía, la industria y el transporte. Esto es decisivo para mitigar los efectos del cambio climático y alcanzar los objetivos definidos en el Acuerdo de París”, advirtió el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.

“Para frenar un aumento de la temperatura mundial de más de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, debemos triplicar el nivel de ambición. Y para limitar el aumento por debajo de 1,5 grados, es necesario multiplicarlo por cinco”, explicó.

Durante el período 2014-2019, la tasa de aumento medio global del nivel del mar fue de 5 mm por año, frente a 4 mm por año durante el decenio 2007-2016. Este aumento es muy superior a la tasa media de 3,2 mm por año registrada anteriormente, desde 1993. La contribución de la fusión de los hielos continentales de los glaciares y de la cubierta de hielo al aumento del nivel del mar es cada vez mayor y actualmente esa fusión es el elemento dominante en el presupuesto del nivel del mar.

Por otro lado, entre los años 2015 y 2018, la extensión mínima promedio de los hielos marinos en el Ártico para el mes de septiembre (verano) fue muy inferior al promedio registrado entre 1981 y 2010, y lo mismo puede decirse de la extensión promedio en invierno. Los cuatro valores invernales más bajos de los que se tienen datos se dieron durante ese período. El hielo multianual ha desaparecido prácticamente.

En la Antártida, desde 2016 los valores mínimos de la extensión de los hielos marinos que se han venido observando para febrero (verano) y septiembre (invierno) son muy inferiores al promedio correspondiente al período 1981-2010. Estos valores contrastan con los del período anterior de 2011-2015 y los del período más extenso de 1979-2018. En la Antártida, la extensión de los hielos marinos durante el verano alcanzó su primer y segundo valor más bajo en 2017 y 2018 respectivamente, y en 2017 también se registró la segunda extensión más reducida durante el invierno.

El derretimiento anual de la cubierta de hielo de la Antártida ha aumentado al menos seis veces, pasando de 40 Gt (mil millones de toneladas) por año en el período 1979-1990 a 252 Gt por año en el período 2009-2017.

Calentamiento y acidificación de los océanos

Los océanos almacenan más del 90 % del exceso de calor provocado por el cambio climático. En 2018, sobre la base de mediciones realizadas hasta los 700 metros, se registraron los valores más elevados de contenido calorífico de los océanos, y los años 2017 y 2015 ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente.

Además, los océanos absorben aproximadamente el 30 % de las emisiones antropógenas anuales de CO2, evitando así un mayor calentamiento. Sin embargo, esto supone un alto costo ecológico para los océanos ya que el CO2 que absorben reacciona con el agua de mar modificando así la acidez de los océanos. El nivel de acidez de los océanos ha aumentado en un 26 % desde los comienzos de la Revolución Industrial.

 

Incendios forestales

En casi todos los casos los incendios liberan grandes cantidades de CO2 en la atmósfera. Hacia mediados de 2019 se produjeron incendios forestales sin precedentes en el Ártico. Solo en el mes de junio esos incendios emitieron 50 megatoneladas (Mt) de CO2 en la atmósfera. Este valor supera la cantidad de CO2 que liberaron todos los incendios que se produjeron en la región ártica durante el mismo mes de 2010 a 2018. Asimismo, en 2018 se registraron grandes incendios forestales en el Canadá y Suecia. También se notificaron extensos incendios en selvas pluviales tropicales de Asia meridional y la Amazonia, donde se albergan recursos no renovables, que afectaron el presupuesto mundial del carbono.

En conclusión, más del 90 % de los desastres naturales están relacionados con el tiempo. Los principales desastres son las tormentas y las inundaciones, que provocan las pérdidas económicas más cuantiosas. Las olas de calor y las sequías se cobran vidas humanas, avivan los incendios forestales y provocan pérdidas de cosechas. Las olas de calor, que fueron el peligro meteorológico más mortífero durante el período 2015-2019, afectaron a todos los continentes y contribuyeron a que se registrasen muchos nuevos récords de temperatura. S

Las pérdidas económicas más grandes están relacionadas con los ciclones tropicales. En el Atlántico, la temporada de huracanes de 2017 fue una de las más devastadoras que se haya conocido jamás y las pérdidas asociadas únicamente al paso del huracán Harvey se cifraron en más de 125 000 millones de dólares de los Estados Unidos. En el océano Índico, en marzo y abril de 2019, Mozambique se vio azotado por dos ciclones tropicales consecutivos sin precedentes que causaron gran devastación.

 

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