Instituto Humbolt lanzó alerta por los “fósiles vivientes”, especies de 250 millones de años de antiguedad. En Feria del Libro lanzarán Atlas de la biodiversidad de Colombia.
Foto: Zamia pyrophylla / Cristina López
El Instituto Humbolt lanzó una alerta por los llamados “fósiles vivientes”, especies amenazadas por el tráfico de flora. Estas plantas, 79 especies en total de las cuales 23 están en Colombia, tienen 250 millones de años de antigüedad.
Las zamias son importantes por hacer parte de un grupo actual de plantas primitivas terrestres que vivieron entre dinosaurios y les sirvieron de alimento. También, porque aves y murciélagos las visitan para absorber múltiples semillas de gran tamaño, por lo general cubiertas de una capa carnosa en tonos rojizos y vistosos.
No obstante, quedan pocas especies en cuanto a distribución y número y varios son los factores causantes del declive poblacional de estos fósiles vivientes. En primer lugar, la deforestación sin control que arrasa bosques y selvas con fines agrícolas, ganaderos, comerciales, de expansión vial y urbana, entre otros, destruye y diezma su hábitat.
En segundo lugar, el sello de “fósil viviente” que sumado a características morfológicas únicas (rareza y tamaño) cotizan la flor completa o sus semillas en mercados internacionales de vegetación exótica ornamental, donde aficionados pagan desde cientos hasta miles de dólares o euros por un ejemplar de colección que llega a compararse con una obra de arte.
Y en tercer y último lugar, un proceso lento en extremo, para la noción humana de tiempo, de polinización-fertilización, maduración de semillas y crecimiento; en este último aspecto, por ejemplo, muchas zamias tardan entre uno y cinco siglos para desarrollar un tronco de tan solo un metro de alto.
Foto: Zamia muricata / Hernando García
El Instituto Humboldt lanzará este fin de semana la serie Atlas de la biodiversidad de Colombia, publicación digital para conocer, valorar y proteger la flora y fauna nacional y la primera edición está dedicada precisamente a las zamias.
En cuanto a registros, en Colombia hay presencia de especies de zamias en el norte del Caribe (una compartida con Venezuela), en el piedemonte y algunas zonas de la Orinoquía (por lo menos una en descripción), pero la mayor parte de la diversidad del género está en las regiones Andina, Pacífica y Amazónica.