Una investigación, publicada en el Lancet, reveló que un tercio de los casos de demencia puede ser prevenido con cambios en el estilo de vida.

En este estudio, publicado en el Lancet, un equipo de investigadores internacionales identifica nueve factores de riesgo que, en conjunto, representan alrededor del 35 por ciento de los casos de la enfermedad.
“La gente no debería sentirse desamparada”, dijo Lon Schneider, profesor de neurología, psiquiatría y gerontología de la universidad del Sur de California, uno de los autores del estudio. Por eso, la investigación muestra que hay pasos que la gente puede seguir para reducir sus síntomas de demencia, como cuidar su corazón y cuidar su cerebro.
Estos son los riesgos de demencia que pueden ser disminuidos a través del cambio de hábitos:
Desde los 18 años de edad
1. Educación limitada. Educación continua aumenta la ‘reserva cognitiva’, lo que hace al cerebro menos vulnerable a una disminución en la cognición.
Entre los 45 y 65 años de edad
2. Hipertensión. La mayoría de los pacientes con demencia también muestran problemas con los vasos sanguíneos en su cerebro. Existe relación entre la hipertensión y la demencia.
Más de 65 años de edad
3. Fumar. Se relaciona con la demencia a través de todos los efectos que fumar tiene en la salud cardiovascular, además de que el cigarrillo contiene sustancias tóxicas para el cerebro.
4. Depresión. Aunque hay conexión entre la depresión y la demencia, los científicos siguen buscando determinar si es un factor o un síntoma temprano de ésta.
5. Inactividad física. Los adultos mayores que se ejercitan tienden a mantener la cognición más que los que no lo hacen.
6. Aislamiento social. La soledad y la falta de contacto físico, especialmente en esta etapa de la vida, están relacionados con múltiples problemas de salud, que incluyen enfermedades del corazón, alta presión sanguínea y depresión.
7. Diabetes. Es un riesgo porque está relacionada con la obesidad. Controlar esta enfermedad puede ser un freno al deterioro cognitivo temprano.
8. Obesidad. Los pacientes con obesidad, en especial los que sufren una condición llamada resistencia a la insulina, pueden tener niveles de inflamación en sus cuerpos y problemas con la producción de hormonas en el cerebro, que pueden llevar a una cognición deteriorada.
9. Pérdida del oído. Ésta afecta a un tercio de las personas mayores de 55 años y, aunque no hay claridad sobre su relación con la demencia, hay teorías como la que plantea que en el esfuerzo extra para la escucha se reducen recursos necesarios para codificar y preservar la memoria.
Este estudio fue divulgado por Consumer Reports, organización que vela por los intereses de los consumidores.
Ver también:
- El vino protege las neuronas y disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer
- Científicos crean un “marcapasos cerebral” para ayudar a los pacientes de Alzheimer con la memoria