Comprometía uno de sus ojos. Camila Serna y Alejandra Restrepo, estudiantes de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional, se encargaron del procedimiento.
Foto: Luis Palacios - Unimedios
Nativo de Asia Oriental, el Pez Dorado es una especie de agua dulce, uno de los primeros peces domesticados por la raza humana y actualmente uno de los más comunes que se encuentran en los acuarios.
El tumor de Boguy, un pez de 5 años era de 3.46 g, se ubicaba en la parte superior de la cabeza, comprometiendo uno de sus ojos. Boguy sufría de Neoplástia, una masa anormal de tejido que aparece cuando las células se multiplican más de lo debido o no se destruyen en el momento apropiado.
Camila Serna y Alejandra Restrepo, estudiantes de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional, se encargaron de Boguy, preparándolo para la cirugía, el pez fue sometido a un ayuno de 12 horas y luego se aplica un anestésico que se disuelve en agua para que lo absorba a través de su sistema respiratorio, es decir las branquias.
Mientras el animal se ubica en la parte superior del tanque, el anestésico circula a través de una bomba por una manguera hasta llegar a su boca para mantenerlo en un plano profundo; allí es cuando entran a actuar las manos mágicas de estas dos estudiantes para extraer la masa, usando unas minipinzas y tijeras, realizaron el procedimiento que duro aproximadamente 20 minutos.
Foto: Luis Palacios - Unimedios
Cuando termina la cirugía el pez se traslada a un tanque de recuperación, donde pasa por sus branquias agua sin anestesia. Este acuario, en particular, mantiene una temperatura de entre 27 y 28 grados centígrados para que los fármacos se metabolicen en el cuerpo.
Foto: Luis Palacios - Unimedios
Existen casos en los que el tumor ha invadido algún ojo de los peces, y es necesario extirpar tanto el tumor como el ojo mediante la Enucleación Ocular, un procedimiento que permite que los peces sobrevivan con un solo ojo, siempre y cuando se tengan os suficientes cuidados luego de la cirugía.
